Una vez que los dos primeros componentes ya estén en marcha, nos embarcaremos en una serie de estudios inmunológicos sofisticados para entender la interacción entre poblaciones bacterias de interés y el sistema inmunológico.

 

Estos estudios inmunológicos, aunque son de gran importancia, no se llevarán a cabo hasta tener un mapa preliminar y que las especies microbianas y moléculas de interés sean identificadas. De manera que, con la excepción de los experimentos preliminares para establecer y validar los ensayos en el primer año, lo más temprano que podremos iniciar estos experimentos será durante el segundo año.